En El psicólogo, en cambio, me adentré en las sombras de nuestra sociedad actual para hablar del poder, los maltratos y la vulnerabilidad de las mujeres.

Son historias duras, sí, pero necesarias: quiero que quienes me lean disfruten, se olviden de sus problemas y al mismo tiempo despierten algo dentro de sí, como si estuvieran viendo una película en su cabeza.

Mis mayores influencias han sido Stephen King y George Orwell, especialmente 1984, un libro que marcó mi manera de ver la literatura y el mundo. Más allá de la escritura, siempre he creído en el arte en todas sus formas: dibujar, leer, crear historias, sumergirme en los videojuegos. Creo en el poder de la mente humana para alcanzar lo que uno sueña, y mi manera de hacerlo es a través de los libros.